San Nicolás y el rescate de tres inocentes de la decapitación

San Nicolás y el rescate de tres inocentes de la decapitación

San Nicolás, en el año 322 ya era obispo de Mira, una ciudad ubicada en Lycia, una provincia del Imperio Bizantino, ubicada en lo que hoy conocemos como Turquía.

Nicola se apresuró al puerto para mediar entre los soldados de las tropas de Constantino y los lugareños, exasperados por el hostigamiento de los militares. Nicola,después haberlos invitados todos a calmarse, fue a los tres generales al frente de la expedición para convencerlos de que mantuvieran a los soldados bajo control. Los generales entendieron las peticiones de Nicola y emitieron una orden a sus tropas para no molestar a la población.

El asunto parecía haberse resuelto cuando los mensajeros se apresuraron a salir de la ciudad para advertir al obispo que tres ciudadanos  de Mira inocentes estaban a punto de ser ejecutados por una decisión injusta del gobernador.

Nicola regresó de inmediato a la ciudad y, al llegar al lugar de ejecución, bloqueó el brazo del verdugo justo a tiempo y tiró la espada. Luego reprendió al gobernador por su conducta y fue solo gracias a la intervención de los tres generales que decidió no seguir adelante contra él.

La abundancia de datos precisos y referencias históricas y geográficas no deja ninguna duda en cuanto a la fiabilidad histórica de los hechos que no tienen nada de milagroso que nos hagan comprender mejor la figura de un obispo ejemplar que actúa en defensa de los más débiles e indefensos.

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